La disquinesis escapular es la alteración del movimiento de la escápula y su posición, alterando tanto la estática como su dinámica (movimiento).
Se ha visto que esta alteración de movimiento puede llegar a provocar dolor (43%) durante los 9 a 24 meses siguientes. También se sabe que está relacionada en la mayoría de las lesiones de hombro, aunque no siempre tendrá dolor sí tendrá más estrés articular. Podría llegar a producir un pinzamiento del hombro al reducir el espacio subacromial.
Se clasifica en 3 tipos en función de la posición de la escápula y es tipo I, cuando sobresale el ángulo inferior, tipo II si es el borde medial o tipo III, si es el ángulo superior.
Deporte y disquinesis
Se ha visto que la disquinesis escapular se presenta en un mayor número de deportistas que levanten el brazo por encima de la cabeza (61%), frente a los deportistas que no levantan el brazo por encima de la cabeza (33%).
El 67-100% de los atletas con lesiones de hombro (y dolor) presentan disquinesis.
¿Qué efecto tiene?
Normalmente, cuando existe disquinesis la glenohumeral (articulación del hombro) debe compensar la falta de movimiento de la escápula, generándola más estrés y seguramente reduciendo el espacio de la articulación Podría generar una inclinación posterior más baja, más rotación interna en el descenso de la escápula.
Si la disquinesis escapular, llegara a comprimir el espacio subacromial, por donde pasan Bursa subacromial el tendón de la cabeza larga del bíceps, el tendón del supraespinoso y parte del infraespinoso, generaría dolor e inflamación de la Bursa y el supraespinoso.
La principal causa de la disquinesis escapular es la debilidad de distintos músculos que se insertan en la escápula, y en contrapartida la tensión de los músculos contrarios ocasionados por nuestro día a día, el trabajo, los hábitos, posturas, también si existe patología en la espalda (columna) puede favorecer esta alteración del movimiento.
Para reducir los efectos y corregir la disquinesis, debemos trabajar la compensación de la musculatura implicada en los movimientos de la escápula, ¡que no son pocos!. Para ello necesitarás un buen programa de entrenamiento que corrija la posición de la escápula.