Saltar al contenido

Para tener éxito el primer paso es tener confianza en uno mismo

Vivir sin dolor de espalda

Hola, soy Marco

Soy entrenador personal, creador del programa vivir sin dolor de espalda, me apasiona ayudar a través del entrenamiento a personas como a ti, para que dejes de tener dolor, ganes en calidad de vida y energía para afrontar tu día a día.

Lo consigo con profesionalidad, ofreciéndote un programa de entrenamiento diseñado según tus necesidades y características, trabajando las partes que necesitan, ya sea fortalecer tus debilidades, relajar las tensiones, mejorar la movilidad, estabilidad.

Vivir sin dolor de espalda, la historia

Como sabes, soy entrenador personal y creador del programa “vivir sin dolor de espalda” y ayudo a personas como a ti, a cambiar su vida, vivir sin dolor y sin limitaciones.

Siempre me ha gustado el deporte, pero lo que realmente me apasiona es mi familia, poder jugar con mis hijos, hacer con ellos las actividades que más les gusta, como ir en patinete, bici, bajar por el tobogán de una piscina o simplemente sentarme en el suelo a jugar.

Por desgracia, conozco por lo que puedes estar pasando. Mi vida se truncó después de un accidente que me ocasionó daños en la espalda y el nervio ciático, con dos operaciones y más de dos años de dolor.

Esto hizo que mi vida profesional, familiar y social decayera, el dolor me hacía hundirme, desesperar… no poder jugar con mis hijos, perder los papeles con ellos. Y sí, el dolor puede afectarnos no sólo físicamente, sino emocionalmente.

Pero decidí que esto no lo quería en mi vida y que no lo quiero en la vida de nadie, por eso decidí crear “vivir sin dolor de espalda” y es cuando escucho “me has cambiado la vida”, “es la primera vez en mucho tiempo que no tengo dolor”, “he jugado con mi hijo”, no tiene precio, sólo puedo decir que “lo has conseguido tú”.

Vivir sin dolor de espalda

El dolor ya es lo normal

Para ti ya es normal tener dolor de espalda, quizá de meses o años.

Siempre me acompaña

Ya lo has probado todo, has visitado a médicos, te han recetado pastillas, has pasado por fisios, piscina, yoga, Pilates… pero sigues igual.

Es mi normalidad

Te sientes frustrado, abatido, agotado porque el dolor no te permite tener la vida de antes.